Tha club


Diverso y amplio.
Techos altos, todo al descubierto,
prolijo, claramente.
Aires colgantes, ambiento fresco. 

Paredes pintadas, diosa hinduista;
rostro conocido.
Colores entre dorados y ocres. Cuadros,
que son cuadrados que se entrecruzan.

Las luces caen como resortes,
alumbran sitios pensados
entre sillones y mesas bajas
uno es uno con los otros.

Refrescos para calmar la sed, aromas que 
aparecen, como flores del paraíso.
Ambiente relajado y estiloso.
Sonidos mezcla de reggae y soul.

Pantalla del Buda con sus variedades disponibles.
Tres columnas en el gran salón
caños, tubos gruesos a lo alto.
Detrás de los bambús, lugares por conocer.

Los primeros días en la Aso me inspiraron para una narrativa descriptiva, algo diferente que me pareció apropiado como reflexión de un lugar donde no se permiten las fotos.
Pues hoy en día estamos acostumbrados a la instantaneidad de las fotografías; por medio de una imagen comunicamos todo lo que queremos decir y expresar.
En este caso, mejor un relato in situ.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pieces&choices

No todos los días tengo ganas de compartir y de eso se trata la vida

¿Por qué viajar nos hace Bien?